Inici Dario Nogués Cronos, hoy

Cronos, hoy

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Dario Nogués

Hay tantos hechos y frases, escenarios y construcciones de los mismos, dados por supuestos que solo dejan de ser supuestos para convertirse en realidad, en el exacto momento en que se develan. Hasta entonces y según mi opinión, las suposiciones acerca de estos hechos se sustentaban por discursos pomposos tanto en ideas como emociones y la credulidad ciega de la gran masa.

Pienso, a modo ilustrativo, en algunas de las supuestas realidades construidas y aceptadas como tales. Por ejemplo en el doctor y tratamiento omnipotente que salvará la vida de esa persona que tanto se quiere. Pienso que con el dinero que obtiene por el trabajo se podrá pagar el coste del alquiler y disfrutar de una vida digna. Pienso en que para que toque la lotería solo depende de la suerte y el haber comprado un número. Pienso que es ley de vida que nuestros mayores mueran antes que los jóvenes. Pienso en el alto directivo empresarial el cual ocupa el puesto por su experiencia y méritos acumulados y también en que la vida que está viviendo la persona indigente queda lejos. Pienso en la imparcialidad informativa de los medios de comunicación, y que las palabras y promesas de nuestros líderes políticos son veraces y autenticas, al ser responsables hacia sus compromisos adquiridos. Pienso en que todo el mundo paga de igual forma sus impuestos, en que las infraestructuras que se proyectan y se construyen son para la mejora de la calidad de vida de la ciudadanía y el desarrollo del país. Pienso en que la figura de la justicia mira a todas las personas por igual, actuando sin diferencias entre ellas, y pienso que el Estado, como conjunto organizado de instituciones, es garante de los derechos y las libertades de los ciudadanos que los conforman, y que asegura el cumplimiento de nuestras responsabilidades por igual.

Ahora bien, lo que está sucediendo desde hace unos cuantos años, y de un modo acelerado desde unos meses atrás y hasta la fecha, está disolviendo, como lo hace el viento con las nubes de tormenta, gran parte de aquello que se daba por supuesto y que personalmente creía. Yo que pertenezco a la gran masa, empiezo a dejar de creer y empezar a ver que lo que se suponía que era no es lo que parece ser en realidad. Los años que he vivido me han presentado errores humanos, muertes a destiempo, tratos de favor , y ya más recientemente el aprendizaje de que el trabajo, hoy en día, no garantiza poder vivir una vida digna. Pero lo que hoy veo, así como mi lectura sobre los tiempos que nos ha tocado vivir, me hace pensar en algo más, concretamente en el mito de Cronos devorando a sus hijos.

Cronos era un Titan, hijo de Urano y Gea, el cual tras derrocar a su padre se proclamó rey de los dioses y se casó con su hermana Rea. Al ser advertido por Gea que estaba destinado a ser derrocado por uno de sus propios hijos, como él antes había hecho, tan pronto como sus hijos nacían se los tragaba. Antes que su último hijo naciera, Gea se escondió en la isla de Creta, parió a Zeus y entrego a Cronos una piedra envuelta en pañales, el cual se tragó sin desconfiar. La piedra provocó el vómito de todos su hijos antes devorados, tras lo que Hades, Pseidón y Zeus lo derrocaron y lo encerraron en el Tartaro.

Ahora bien, cómo puede extrapolarse tal mito a la realidad en las que muchos supuestos han dejado de serlos. Siempre y en mi humilde opinión, el Statu Quo actual parece devorar a sus hijos. Los datos nos informan, por ejemplo, que desde que se inició la crisis económica en el 2008, alrededor de 400.000 familias han perdido su vivienda, muchas de las cuales conservando su deuda con la entidad bancaria y casi 13 millones de personas, el 27,9% de la población española, se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social, dejando de ser el empleo la única forma para salir de tal situación.

El precio de la luz no para de subir y la burbuja inmobiliaria está acelerando su crecimiento de nuevo, mientras la corrupción política, más que ser un hecho aislado parece ser una forma normalizada de proceder.

Respecto a los supuestos de imparcialidad de la justicia y los medios de comunicación, ustedes mismos, pero personalmente cada vez soy más suspicaz y he desarrollado un espíritu crítico y selectivo hacia la información que se emite.

Dónde quedan derechos fundamentales como el derecho a una vivienda digna, el de la libertad de expresión, o el que define que todas las personas son iguales ante la ley y tienen derecho a igual protección, sin discriminación de ningún tipo, por citar algunos. Creo que se han desvanecido, convirtiéndose en supuestos, los cuales ofrecen una falsa tranquilidad y refugio, pero que en la realidad sólo existen para mantener el Statu Quo.

Creo que los Estados sirven a otros intereses, los cuales, la gran mayoría solo podemos intuir o suponer, y con ello devora gran parte de la libertad y la dignidad de las personas que los formamos, viéndose afectada hasta la capacidad de pensar libremente. Con ello acontecen sentimientos de impotencia, frustración, miedo, abatimiento y desinterés, volviendo Cronos a alzarse para seguir devorando a sus hijos.

Para finalizar regresar la mirada hacia el mito de Cronos devorando a su hijos. Zeus es capaz de derrocar a su padre con ayuda de dos figuras Gea y Rea, símbolos femeninos. Y es que para poder trascender cualquier realidad y dirigir las acciones hacia un cambio de paradigma, es primordial gestar y crear algo nuevo y diferente, y por desuso abandonarse las formas y organizaciones antiguas.

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